Importantes estudios realizados en España entre los años 2003 y 2009 muestran que en personas que pasan de 35 años, un 60% de la población tiene gingivitis, y una de cada tres personas periodontitis.
¿Qué consecuencias se derivan de no tratar esta enfermedad?
Las consecuencias de no tratar la enfermedad periodontal puede ser doble:
– A nivel local (en la boca) produciría la pérdida de dientes, y con ello una afectación directa sobre la masticación, la estética y la funcionalidad de nuestra boca.
– A nivel general, se produciría una afectación sistémica, es decir, a nivel del resto del cuerpo. La presencia de gran cantidad de bacterias debajo de la encía hace que puedan pasar a la sangre y afectar a otros lugares del organismo, ocasionando enfermedades cardiovasculares, partos prematuros, descompensación de diabetes y otros. Es muy importante tratar la enfermedad periodontal, pero sobre todo, PREVENIRLA. Debe acudir a sus revisiones periódicas anuales y mantener una correcta higiene bucal, complementando su limpieza diaria con hilo dental, cepillos interdentales y en casos concretos con colutorios antisépticos específicos recomendados por el especialista.
¿Cómo tratar las enfermedades periodontales?
En su fase más precoz, es decir, en la gingivitis, deben limpiarse las bacterias o placa dental que se hayan acumulado mediante una limpieza dental convencional o tartrectomía. Este tratamiento podrá ser realizado por su odontólogo general o higienista dental. Los pacientes serán informados de las correctas técnicas de higiene tanto de dientes como de encías y su mantenimiento para prevenir un nuevo episodio de gingivitis. En su fase más avanzada o tardía, es decir, en la periodontitis el tratamiento se resumirá en dos fases. Una primera fase irá encaminada a la eliminación de las bacterias que residen en las llamadas bolsas periodontales, formadas a causa de la destrucción de los tejidos que sostienen a los dientes; esto se lleva a cabo mediante un tratamiento denominado “Raspado y alisado radicular” que consiste en limpiar las bacterias, placa y cálculo de las raíces de los dientes (puede acompañarse o no del uso de antibióticos). La segunda fase del tratamiento irá encaminado a tratar aquellas periodontitis más agresivas, con una mayor pérdida ósea y de tejidos circundantes o que no hayan respondido en su totalidad al tratamiento de “Raspado y alisado radicular”. Esta es la denominada fase de “Cirugía periodontal” en la que en ciertos casos se puede aplicar de manera localizada la técnica de regeneración del hueso perdido.